Psicoterapia, una relación de confianza.
El ser humano crece y es más creativo estando en relación con otros seres humanos. Tras el establecimiento de una relación de confianza, apoyo y acompañamiento es posible sacar lo mejor de uno mismo, ya que al sentirnos aceptados y queridos dispondremos de todo nuestro potencial para aplicarlo a lo que deseamos hacer en la vida. Disponer de relaciones seguras nos aporta la tranquilidad interna necesaria para estar con nosotros mismos y buscar compañía cuando lo necesitemos.
Mediante la aplicación planificada y consecuente de determinadas técnicas, la psicoterapia o el proceso psicoterapéutico, aporta seguridad y valoración e integra los distintos niveles de conflicto que la persona presenta, teniendo como finalidad la recuperación del grado de libertad pérdida.
A lo largo del proceso psicoterapéutico, creamos un espacio de encuentro desde el que construir, desde la confianza mutua, una experiencia relacional que permita transformar y desarrollar las capacidades y los recursos bloqueados por la situación que nos ha generado conflicto o malestar.
Este marco de confianza nos da la tranquilidad que necesitamos para poder expresar y explorar nuestras sensaciones, emociones o sentimientos, teniendo la seguridad de ser escuchados, atendidos y aceptados sin sentirnos juzgados, a la vez que podremos recibir palabras, sugerencias e indicaciones que nos ayuden a tranquilizarnos y reorganizarnos.

La relación terapéutica será un punto de apoyo desde donde realizar un proceso de autoconocimiento y aceptación integrando las partes de uno mismo que estaban en conflicto o que resultaban desconocidas. Al ir recuperando, poco a poco, las capacidades para actuar desarrollamos más recursos para abordar las dificultades, las nuevas experiencias nos ayudan a adquirir otras, lo que nos aportará satisfacción y alegría dándonos mayores posibilidades de vivir una vida más plena, pudiendo aceptar mejor lo doloroso y disfrutando más de lo placentero.