El cuidado de nuestra sexualidad.
El disfrutar de la sexualidad y del placer de una relación de intimidad será uno de los aspectos que aportarán satisfacción y riqueza a nuestra relación amorosa y a nuestra vida, en general. En función de las características de cada uno y de las experiencias vividas, necesitaremos hablar, aclarar y solventar miedos o sortear barreras en este campo; aunque muchas veces no será fácil, resultará siempre beneficioso.
Poder hablar de los asuntos propios y poder expresar las necesidades de forma cuidadosa permitirá fortalecer y cultivar la confianza en uno y en la relación. Los matices y peculiaridades con que expresamos nuestra sensibilidad, sensualidad, pasión, vitalidad y deseo configurarán el entramado que irá enriqueciendo y conformando nuestra relación con nosotros y con el mundo.
El disfrutar de la sexualidad y del placer de una relación de intimidad será uno de los aspectos que aportarán satisfacción y riqueza a nuestra relación amorosa y a nuestra vida, en general. En función de las características de cada uno y de las experiencias vividas, necesitaremos hablar, aclarar y solventar miedos o sortear barreras en este campo; aunque muchas veces no será fácil, resultará siempre beneficioso.
Poder hablar de los asuntos propios y poder expresar las necesidades de forma cuidadosa permitirá fortalecer y cultivar la confianza en uno y en la relación. Los matices y peculiaridades con que expresamos nuestra sensibilidad, sensualidad, pasión, vitalidad y deseo configurarán el entramado que irá enriqueciendo y conformando nuestra relación con nosotros y con el mundo.
Conocer nuestro cuerpo y saber identificar sus sensaciones, aprender a disfrutar de los placeres que la vida nos ofrece, poder elegir el modo en que compartimos nuestra intimidad con nuestra pareja, nos será de ayuda para conocernos y saber cómo y cuándo nos sentimos vitales y con deseo, y así descubrir lo nuevo de cada encuentro.
Ocuparnos de las dificultades y los problemas para que no se queden enquistados nos ayudará a poner en marcha nuestros recursos. Si notamos que la comunicación no resulta fácil o se bloquea, buscar un espacio psicoterapéutico, comprensivo y cuidadoso, donde hablar de todo ello, nos resultará enriquecedor.